
“Estamos trabajando con un material que se conoce como policaprolactona, que es uno de los polimeros biodegradables. Lo obtenemos de máscaras termo fundibles que se utilizan en radiación para procesos médicos, nos entregan estas máscaras, nosotros las transformamos por proceso de extrusión, vulcanización, moliendo en rodillos y le agregamos cáscaras de aguacate. Que previamente hemos conseguido de empresas que producen guacamole, con esto hemos logrado tener un plástico biodegradable con características de inclusión de productos excedentes agrícolas que van en la línea de CampeSena como es integración entre el campo y la parte industrial, en este caso el sector de calzado y marroquinería” explica Diego.
La cáscara de aguacate la han utilizado para el desarrollo de suelas combinándola con caucho natural, “Nosotros hacemos un proceso de transformación de la cáscara de aguacate, se hace un lavado, se seca, se tritura, se clasifican y ya la incluimos dentro de materiales poliméricos que hemos trabajado con caucho natural, con polímeros sintéticos, con polímeros biodegradables, hemos trabajado también con algunas fibras naturales de piña, fique caña”.
Destaca la importancia de trabajar la circularidad con el reaprovechamiento de materias primas de la naturaleza que de otra forma generarían contaminación medioambiental, “cuando tomamos estos residuos que van a vertederos, esos residuos de cáscaras pueden cambiar la microbiota del suelo y eso afecta a cultivos afectando los nutrientes que tienen los suelos. No por ser un material biodegradable quiere decir que sea completamente benigno para la tierra, se generan vectores, mosquitos y enfermedades, por eso es mejor utilizarlo incluirlo dentro de procesos industriales”.
Y es allí donde cobra relevancia la interacción con las asociaciones agrícolas, para integrar cadenas productivas, ya que por medio del Sena capacitan para que sean ellos los que transformen esas materias primas y a partir de allí el Sena las usa para crear materiales, “nosotros a ellos les enseñamos cómo hacer la transformación de esas cáscaras… Ellos toman esas cáscaras, las transforman artesanalmente en los equipos que ellos tienen para secar café, por ejemplo, y no las entregan para utilizarlas en procesos de marroquinería”.
Aunque han logrado muchos avances con estos materiales alternativos sostenibles, aún no logran los estándares de prestaciones del material tradicionalmente usado en la industria del calzado y marroquinería como el cuero, “Son materiales que tienen características similares al cuero. Lo ideal sería buscar un material que tuviera la transpirabilidad. La propiedad mecánica del cuero, sin embargo, es complejo, pero hemos venido trabajando en mediante nanotecnología en darle esas propiedades. Sin embargo, todavía falta para que llegue a reemplazar al cuero”.
Otra iniciativa ha sido materiales desarrollados en laboratorio sobre los cuales aún no han profundizado, “hemos explorado, aunque no hemos trabajado directamente en ella es una ruta de fibroblastos, que es la obtención de cuero a partir de fibroblastos bovinos que es una de las formas de obtener cuero puro sin grasa sin pelos. Pero a nivel de laboratorios, más ingeniería de tejidos”.
